La idea detrás del redieño del envase de la tradicional crema de chocolate y avellana Nutella provino del señor Michel Ferrero en 2015. Este empresario italiano, creador de una de las chocolaterías más famosas del mundo a partir de la pequeña panadería de su padre en la localidad de Alba, quería que el envase tuviera una “segunda vida”.
Las razones de la acogida de este nuevo diseño se encuentran en parte en el amplio reconocimiento y aprecio de los consumidores por el frasco tradicional de Nutella; por eso en el nuevo diseño se conservaron la forma, el logo institucional y la imagen, al igual que en la decisión visionaria del dueño de la marca de brindar a los clientes la oportunidad de conservar el frasco en sus casas una vez que el producto se hubiese terminado. Marcos Masscetti fundador y director de MrSmith Studio, la firma a cargo de la nueva concepción, nos explicó las propiedades y ventajas de este proceso: “El frasco está diseñado para resistir la pasterización, un proceso mediante el cual se matan los microbios y bacterias, sin afectar los microorganismos ni las propiedades organolépticas de los alimentos. Para realizarla, solo basta con poner el frasco cerrado en agua hirviendo durante un período determinado de tiempo”. Además, la rosca cuenta con una nueva forma que permite el uso de tapas del fabricante Bormioli Rocco, para resistir el choque de calor necesario para el proceso de pasterización.
Otros factores que realzan el producto son su contribución a la preservación de alimentos y el respaldo a la sostenibilidad. “Este es el primer frasco de Nutella creado teniendo en mente el reuso y la conservación. Ninguna otro se ha producido antes con estos propósitos”, nos cuenta Masscetti. Su aporte el medio ambiente se centra además en sus procesos de producción y disposición. “El vidrio es un material sostenible y totalmente reciclable”, explica el director de MrSmith Studio.